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AHORRA ENERGÍA ESTE VERANO CON LA REGLA DEL 5-10-15

Aire acondicionado, ventiladores, refrigeradores y todo tipo de electrodomésticos, para paliar las altas temperaturas, convierten al verano en la época de mayor consumo eléctrico del año (especialmente en regiones templadas como la nuestra). ¡Todo un desafío para nuestras cuentas corrientes! Pero, la buena noticia es que contamos con una gran aliada a la hora de reducir las facturas eléctricas: la regla del 5-10-15.

¿No habías oido hablar de ella? Pues es tan sencilla como aplicar tres pequeños cambios, que marcarán la diferencia en el consumo energético de tu hogar. Su nombre proviene del número de minutos que necesitas reducir en consumo de electrodomésticos, los grado de menos en el calentador del agua o la reducción de tiempo de aire acondicionado. Cambios mínimos, sostenibles y fáciles de mantener, que no requieren de inversiones costosas o grandes sacrificios y que, si los aplicamos, pueden suponer que una familia promedio ahorre entre un 10 y un 20% en consumo energético este verano. Un importante ahorro económico y una nada desdeñable reducción de emisiones contaminantes a la atmósfera.

¿Qué es la regla del 5-10-15?

Como hemos dicho, esta regla se basa en tres acciones concretas:
1. Cinco minutos menos de uso de electrodomésticos diario.

2. Diez grados menos de temperatura en nuestro calentador del agua.

3. 15 minutos menos de uso de aire acondicionado o enfriamiento activo.

Cada uno de estos cambios puede parecer insignificante, pero cuando lo aplicamos de forma constante y especialmente, si toda la familia se compromete con ellos, su impacto y sus beneficios se multiplican.

1. 5 minutos menos de uso de electrodomésticos

No podemos obviar que los electrodomésticos son esenciales hoy en día, pero muchos de ellos se utilizan más tiempo del necesario. Algunos ejemplos:

  • Dejamos el televisor encendido, incluso cuando no lo estamos viendo y hasta cuando no estamos en casa.
  • Ponemos la lavadora en ciclos largo y temperaturas elevadas incluso cuando tienen poca carga.
  • Usamos la secadora, hasta en verano, cuando la ropa se seca en a penas unos minutos si la tendemos.

Si reducimos tan solo 5 minutos diarios el uso de estos aparatos u otros como planchas, horno o microondas, notaremos una diferencia de consumo notable al final del mes. De hecho, podrías ahorrar entre un 3 y un 5% mensual en tu factura eléctrica.

Consejos prácticos:

  • Apaga los aparatos en stand-by, pues siguen consumiendo energía, aunque aparentemente estén apagados.
  • Usa temporizadores o programas eco en lavadoras y lavavajillas.
  • Aprovecha la luz natural durante el día para no encender luces innecesarias.

2. 10 grados menos en el calentador del agua

La mayoría de los calentadores de agua están configurados a temperaturas innecesariamente altas. No necesitamos calentar el agua a 60 o 70 grados, para luego mezclarla con agua fría y no quemarnos.

Si reducimos la temperatura del calentador en tan solo 10 grados, no notaremos cambio alguno pero seremos mucho más eficientes energéticamente.

Ventajas:

  • Menor pérdida de energía por calor residual en el depósito.
  • Reducción del riesgo de quemaduras (especialmente si hay niños o personas mayores en la familia).
  • El calentador trabaja menos y tiene una mayor vida útil.

Este sencillo ajuste de temperatura no afecta a tu baño o limpieza, pero sí puede reducir el consumo de tu calentador en hasta un 10 o un 15% al mes.

3. 15 minutos menos de aire acondicionado

Cuando aprieta el calor es habitual que queramos mantener el aire acondicionado encendido las 24 horas del día. Sin embargo, no es necesario y cada minuto cuenta a la hora de ahorrar energía.

Si tan solo reducimos su uso por 15 minutos, por ejemplo cuando salimos de casa o cuando nos vamos a dormir, podemos reducir la factura de la luz de forma considerable.

Cómo lograrlo:

  • Apaga el aire acondicionado 15 minutos, cuando no estés en casa, cuando estés durmiendo o de madrugada, cuando la temperatura no es tan alta.
  • Usa ventiladores de techo o portátiles, incluso cuando el aire acondicionado esté en marcha, para distribuir mejor el aire fresco.
  • Aprovecha la ventilación cruzada, abriendo puertas y ventanas por la mañana o al atardecer.
  • Instala cortinas térmicas o persianas que bloqueen el sol directo.

Otro consejo sencillo y muy práctico  es subir la temperatura del termostato uno o dos grados (por ejemplo de 22 a 24 grados). No perderás confort y tu factura se reducirá considerablemente.

Como ves, con la regla del 5-10-15 puedes generar un impacto real en tu consumo energético con cambios sencillos y sostenibles. Se trata solo de un pequeño hábito diario que, con el tiempo, se traducirá en ahorro económico, mayor eficiencia y cuidado efectivo del planeta.