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GUÍA COMPLETA PARA UN RECICLAJE SENCILLO Y EFICIENTE EN TU HOGAR

Tu compromiso con el reciclaje y el de otros 37 millones de españoles hace posible evitar la emisión de 1,6 millones de toneladas de CO2 y ahorra 2,3 millones de metros cúbicos de agua y 1,45 millones de toneladas de materias primas. Pero, a pesar de estas nada despreciables cifras y de que casi el 80% de la población de nuestro país recicla, todavía queda mucho que hacer hasta conseguir que el 100% de los residuos que generamos se reciclen y traten. Con este objetivo en el horizonte, hoy os ofrecemos una sencilla guía del reciclaje, con algunos consejos que nos pueden ser muy útiles y beneficiosos para nuestro entorno, calidad de vida y en definitiva, para cuidar de nuestro planeta y de las generaciones actuales y venideras.

Aprende a separar

El gran secreto del reciclaje en casa es saber separar los residuos adecuadamente. Para ello, deberemos tener tantas bolsas o cubos como contenedores de los diferentes residuos existen:

  • Contenedor marrón. En este contenedor deberemos echar los residuos orgánicos. Es decir comida, pieles de fruta, espinas de pescado, plantas, posos o cascaras de huevo pero, también, servilletas y papel de cocina usado (pues aunque sean de papel están contaminados con restos orgánicos). Todos estos desechos se pueden transformar en compost y ser reutilizados como abono o enmienda orgánica para cultivos y jardines. Incluso pueden utilizarse para generar energía.
  • Contenedor amarillo. Es el conocido como contenedor de plásticos pero, más allá de estos desechos, como botellas y envases plásticos, también deberemos depositar en ellos los envases metálicos, briks, envases de madera y envases de cerámica. Todos estos residuos también se utilizan para fabricar multitud de productos, como muebles, tuberías o textiles.
  • Contenedor verde. Es el conocido como contenedor de vidrio y en él debemos depositar botellas de vidrio, frascos de vidrio y tarros de alimentos u otras sustancias, también de vidrio. Y recuerda limpiarlos bien antes de desecharlos. Es muy importante no confundir vidrio con cristal, pues éste último (material con el que se fabrican vasos, bombillas, vajillas o ceniceros) deberemos depositarlo en un punto limpio o de recogida, nunca en el contenedor verde.
  • Contenedor azul. Éste suele ser el contenedor sobre el que surgen más dudas, pero lo cierto es que los desechos que debemos depositar en él están muy claros. Solo papel y cajas y otros elementos de cartón. Todo aquello que esté fabricado con estos productos pero esté contaminado (como briks, servilletas, pañales, compresas o papel de cocina usado) deberá depositarse en el contenedor de residuos orgánicos o en el de el “resto de residuos”.
  • Contenedor gris. Es el contenedor en el que debemos depositar el “resto de residuos”. Es decir, aquellos restos y materiales que no podemos reciclar y que, por tanto, no echaremos en ninguno de los contenedores anteriores. Por ejemplo, pañuelos usados, pañales, compresas colillas, polvo, pelos etc.
  • Contenedor rojo. Este contenedor es el que deberíamos usar para depositar “desechos peligrosos”. Es decir, las pilas usadas, baterías, insecticidas, aerosoles, productos tecnológicos o desechos hospitalarios.
  • Contenedor naranja. Es el destinado a los aceites usados. No debemos olvidar que tirar el aceite sobrante por el fregadero es altamente contaminante. Por ello, deberás acumularlo en una botella o recipiente plástico y tirarlo en estos contenedores.
  • Punto Sigre (en las farmacias) para recogida de mediación. Aunque no es propiamente un contenedor, estos puntos de recogida también son fundamentales para proteger el medio ambiente. En ellos puedes depositar tanto los medicamentos que ya no necesitamos como los caducados.

Consejos para un reciclaje más eficiente

Si ya tenemos claro qué envases o productos debemos depositar en cada contenedor, podemos seguir algunos consejos que nos facilitarán la tarea de reciclar:

  • Menos plástico. Si atajamos el problema desde el origen el reciclaje será mucho menos pesado. Para conseguirlo, deberíamos reducir el número de envases en la compra. Evita los productos con demasiados envoltorios plásticos, compra más a granel y utiliza tus botes de cristal u otros recipientes, que tengas en casa, como contingente de los productos que compras en el supermercado.
  • Segunda vida para tus residuos. ¿No crees que muchos de los residuos que generas en casa se podrían reutilizar? Por ejemplo, los votes de vidrio o los envases de plástico, como recipientes de diferentes productos o los folios usados por una sola cara, los papeles de regalo o los cartones, para hacer manualidades, etc.
  • Crea tu propio compost. Como hemos visto, los residuos del contenedor marrón pueden generar abono orgánico, muy beneficioso para tu jardín, las plantas de tu terraza, los árboles o un huerto urbano. Para elaborarlo necesitarás un recipiente cerrado, resistente a la intemperie y un poco de paciencia (el proceso tarda entre 6 y 12 meses).
  • Trasmite el valor del reciclaje. Mostrar a los más pequeños de la casa el valor y los beneficios del reciclaje es fundamental para crear en ellos unos hábitos que se mantengan a lo largo de toda su vida. Si consigues que se lo tomen como un juego o reto, reciclar será mucho más ameno y efectivo.
  • Optimiza el espacio. Un brick ocupa hasta un 700% más de espacio si no está plegado. Por ello, si quieres optimizar el espacio de reciclaje y ahorrar en bolsas de basura y por tanto en plástico, te recomendamos que pliegues las botellas y los bricks antes de tirarlos.